
DIA: 09-07-94.-
F. Perdoname Madre, no soy fiel a nuestros encuentros.
M. Sí hija, como eres muy débil, tengo que provocar nuestros encuentros. Te doy Mi amor para que no desfallezcas. Si Mi chiquitita no puede encontrarme, Yo salgo a su encuentro.
F. Gracias Mami por darme Tu amor.
M. ¿No quieres contarme algo?
F. Madre, me preocupa mi estado. No tengo trabajo. Siento que soy un parásito, que no soy nada, que no hago algo productivo. Aunque sé sacarle del apuro a mi familia con algunos favores como prepararles la comida, ordenar la casa, hacer las compras para el negocio, estar a disposición de Mis hermanos. También voy a Misa, a rezar el Rosario. Escribo para Vos, pero siento que para los demás no soy nada. Mi vida es más insignificante que la de una hormiga. Mami, no valgo para nadie, nadie se fija en mí.
M. Hijita, estás consagrada a Mi, tu vida me pertenece. Yo te coloco donde me parece mejor. El demonio te tienta para desalentarte. Debes estar alerta y refugiarte sólo en Mi Corazón. La renuncia a sí mismo duele mucho, pero Yo, tu Madre, te coronaré. Recuerda que el cielo está lleno sólo de pequeños. Si Yo te he anonadado en este mundo hasta hacerte desaparecer, es para que puedas ganarte el paraíso. Ese es tu caminito. Serás siempre digna hija de tu Madre. ¿Acaso he recibido honores en este mundo? He sido la más pequeña de las criaturas. Para que el mundo no te contamine he decidido mantenerte así, siempre pequeña, siempre escondida. Hijita, acepta todo de Mí, jamás alguien te amará como tu Madre. Las cosas del mundo te hastían, ¿verdad? Entonces acepta los tesoros que Mi Corazón quiere regalarte. Sabes que tu Mami no tiene secretos para tí. También así debes ser Conmigo.
F. Mami quiero verte, no tengo otra mamá.
M. Te doy suficiente amor para que no necesites verme. Pero sabes que me gusta complacerte, hijita chiquitita. Espérame siempre.
F. Mami, en este día te pido la gracia de la fidelidad. Sabés que soy muy rebelde y no siempre obedezco a Tu llamado. Soy un manojo de imperfecciones. Me falta crecer mucho.
M. Hijita, ¿crees que te abandonaría? Si supieras lo que me costó encontrarte. Mi niñito Jesús me decía: "Mami, busquemos a Mi hermanita, debemos encontrarla y traerla a casa". Su corazoncito de niño no descansaba, y cuando te encontramos me dijo: "Cuídala como me cuidas a Mí".
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