DIA: 17-01-95.-
M. Amada hija, desde todas partes del mundo estoy reuniendo a Mis hijos para el gran día del Señor. Espera con alegría pues para tí ya no hay juicio y condenación. Cuando ese día llegue vuestra Madre ya habrá triunfado aquí en la tierra en el corazón de Sus hijos. Entonces Mi Hijo sí encontrará FE cuando vuelva, pués Yo me encargaré; no temas nada.
¡Cuántas pruebas han tenido que pasar! ¡Cuánto sufrimiento purificante! El calvario revivido en tantos hijos míos débiles y desprotegidos por el mundo.
Él será vuestra recompensa. ¿Quién podrá contener tanto gozo? Hijita, lo que haces por Mi, lo haces por tí y tus hermanos.
Más tarde:
M. Toda sabiduría viene de Dios. El hombre no es nada sin ella. Venid a Mi Corazón y la obtendréis.
Escuchadme, hijos queridos. Vuestra Madre os llama a una profunda y sincera conversión. No esperéis más pues el tiempo se acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario