Cuando estoy desayunando:
J. Preferís esto a estar Conmigo. Nada debe ser más importante que estar Conmigo, incluso cuando te alimentas.
F. Pero...
J. No me digas nada, conozco todas tus preocupaciones. Pero
dime, ¿no desaparecen con Mi contacto? La crisis económica es mundial.
Pero Yo protejo a los que me sirven.
¡Alégrate, hijita de Mi Sagrado Corazón, serás grande como una estrella del firmamento!
El desprendimiento que has hecho ha sido doloroso, pero cuántas almas te lo agradecerán.
No esperes alegría perfecta en este mundo, sólo espera lo que Mi Corazón te regala.
Hija mía, convence a tus hermanos del amor que les tengo. Ellos deben amarme y conocerme porque Yo los amo.
F. ¿Qué hago?
J. No guardes este mensaje de Amor que te doy.
No te turbes, aquí estoy. Me das tu tiempo, y me das todo lo que tienes, entonces lo transformo todo en oro puro.
Todo lo que tienes es Mío, entonces, ¿de qué te preocupas? Yo soy el dueño de los bienes.
Quédate Conmigo en un silencio de amor.
¿Por qué Mis hijos no recurren a Mí cuándo están necesitados?
F. ¿Para qué? Cuántas veces recurrí a Vos pidiéndote el dinero
que necesitábamos para pagar las cuentas (ni siquiera para darme un
gusto) que cada vez las tenemos más atrasadas, y te hacés el sordo.
Entonces para qué vamos a recurrir a Vos.
J. Por medio de tu sufrimiento Yo hice brotar esta OBRA DE
AMOR que tienes en tus manos. Te ha costado "sangre", es verdad. Sangre
que muchos de tus hermanos están derramando diariamente. ¡Cuántos
esperan este mensaje!, más de lo que tú crees.
¿Querías servirme?, acepta el caminito que te impongo, no es superior a tí aunque algunas veces parezca "la vía dolorosa".
Mi hijita chiquitita... estás cansada. Debo imponerte disciplina. Mi obra está primero que todo.
No te mires, mírame. Estoy contigo, en tí. Espera todo de Mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario