DIA: 01-05-95.-
M. Me gusta verte rezar la oración que Yo misma te enseñé (el Rosario).
Yo lo aguardaba desde hace mucho tiempo, como regalito hermoso a Mi Corazón Inmaculado.
Hijita de Mi Corazón, no temas, aquí está tu Madre que nunca se
separa de tí. Confíame todos los secretos de tu corazón. Soy tu Madre y
tu Amiga. ¿Acaso no conoces Mi poder sobre el Corazón de Mi Hijo?
F. Bueno, la verdad es que todavía no me concedés lo que hace mucho tiempo te pido.
M. Primero están los fundamentos de tu vida cristiana.
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F. Ayer, en la Santa Misa, durante esa parte en que el
sacerdote dice: "Por Cristo, con Él y en Él", cierro los ojos y veo que
la Virgen tiene en Sus manos una criaturita chiquitita, de unos pocos
días de vida. Veo también que Ella eleva Sus brazos, ofreciendo al Padre
esa criaturita (que era yo), y el Padre le dice: "¡No, es tuya!, es
para Vos". Y la Virgen le dice: "¿Para Mi?". Entonces me abraza y me
aprieta sobre Su Corazón muy contenta por el regalito que el Padre le
hizo.
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M. Me he servido de tí para Mi designio salvador, para traer a Mis hijos hacia Mi Corazón Inmaculado.
Pero no siempre respondes a Mis llamados.
F. No te enojes conmigo. Es que estoy cansada y no tengo ganas de escribir.
M. ¿Ganas? La salvación de Mis hijos no debe depender de tus
ganas. Si dejas que Yo me ocupe de tus cosas, tu carga será más liviana.
Digo a los pueblos:
Mi Inmaculado Corazón está abierto para recibir todas las necesidades
espirituales y materiales. Acá está vuestra Madre. Yo soy el único
PUENTE maternal entre el cielo y la tierra, entre la tierra y Mi Hijo
Jesucristo. Deseo salvar a todos, pero muy pocos son los que me reciben
como verdadera Madre, fuente de gracias y fiel intercesora ante el
Padre. Mis hijos que me conocen, ya gozan del paraíso anticipado, aún en
medio de tantas tribulaciones y persecuciones. Así como acompañé y
consolé a los primeros discípulos de Mi Hijo Jesús, así estoy junto a
vosotros para hacer más fácil y llevadero el peregrinar en esta tierra.
Mi trabajo no tiene horario ni fecha porque estoy con cada uno de
vosotros "siempre", en todo momento, más aún en los momentos difíciles.
Hijos
queridos de Mi Inmaculado Corazón, no despreciéis más a esta Madre que
con tanta insistencia llama y llama a la puerta de vuestros corazones.
Hoy
hablo aquí en esta tierra, en ésta, Mi ciudad, y hablo al mundo entero
consagrado a Mí por Mi Hijo Jesucristo desde la Cruz, durante Su agonía.
Escuchadme y obtendréis la salvación del alma y cuerpo. Gracias hijita
por obedecer a tu Madre. Te amo con todo Mi Corazón. Os amo a todos.
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