DIA: 09-08-95.-
F. Estaba acostada descansando, cuando siento la presencia
de la Madre (por cierto es una sensación hermosa y llena de paz) que me
dice:
M. Hija, quiero regalarte Paz, Alegría, Paciencia y Ambición de poder sobre los demás.
F. ¿Dinero? ¿Me vas a regalar dinero?
M. Sí, para que ayudes a tus hermanos.
F. ¿Ambición de poder sobre los demás?
M. El deseo de influir sobre los demás es Mi deseo. Tus
hermanos débiles te necesitan. Tú los harás reaccionar con tu influencia
para que saquen de adentro lo que de otra manera no lo harían.
Hija, ¿ves como tu Madre puede utilizarte para salvar a tus hermanos?
Ante los orgullosos, tú eres mansa y no te defiendes, porque así Yo lo quiero.
Ante los débiles, tú eres fuerte.
¿Ves hija como el acto de tu Consagración a Mi Corazón Inmaculado permite que Yo disponga de toda tu vida para Mis planes?
¿Comprendes
que no hace falta Mi "aparición" para que transforme la vida de Mis
hijos? Soy Madre en el verdadero sentido de la palabra.
Si
te decidiste a ayudarme, también debes aceptar que no hallarás sólo
rosas sino también espinas, que serán suavizadas con Mi Amor. Entonces
hijita, ¡ningún temor!
F. Me
alegra mucho que Mi Madre me explique algunas cosas y me adelante lo
que me va a dar, porque hay veces que reacciono de maneras que antes no
lo hacía, pero después compruebo que era para el bien de tal o cual
persona. Es que la Madre vive verdaderamente en Mí y me usa para Sus
planes.
Cuando
la Madre me avisa, y luego, cuando suceden las cosas, ya no tengo miedo
y acepto todo como "venido de Ella", aunque no entienda muchas veces lo
que sucede.
También
creo que algunas veces es pecado reaccionar de manera un poco exaltada,
pero después compruebo que así Ella lo permitió para un bien mayor mío o
de un hermano. Entonces es cuando comprendo que ser cristiano no es ser
siempre "simpático", amable y agradable a los demás. Muchas veces
tenemos que pasar por "desagradables" aunque no nos guste.
También compruebo que ante tantas voces, es mejor hacer silencio y escuchar a la Mamá que nos habla al corazón.
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