DIA: 25-09-95.-
M. ¡Si supieras cómo te odia y perturba el demonio! Porque a Mí me odia. Pero no puede penetrar en tu corazón. Quienes están consagrados a Mí deben sufrir sus insidias las 24 horas. Pero pronto triunfaré y le aplastaré la cabeza.
Es tiempo de más entrega, más oración. No tengas miedo hijita.
Decile a Monseñor que Yo lo cargo en Mis brazos porque es Mi hijo muy amado y está conduciendo muy bien Mi rebaño.
Cuando estaba desayunando:
M. No esperen que sea demasiado tarde para vivir Mis mensajes.
Quiero llamar a todos a una sincera y profunda conversión.
Por qué no están haciendo caso a Mis mensajes...
Fe, conversión, ayuno, penitencia, es lo que pido. Reconciliación.
F. Perdóname porque yo tampoco creo mucho.
M. No importa, hijita.
F. También
la Mamá me dijo que podría hablarme en cualquier parte y que debía
estar atenta. Que iba a ser difícil pero que los ángeles me van a
proteger.
M. ¡Cuánto te amo hija!
Esos esfuerzos que haces por agradarme cambian Mis lágrimas en sonrisas. ¡Si supieras cuánto te amo!
F. Muchos critican el mensaje.
M. No hagas caso. Tú, no debes dudar.
J. Siendo un mensaje de amor, ¿por qué dudar? Yo soy el Amor. Yo les declaro Mi amor.
M. Hija, debes orar más. Todo lo que hagas debe ser oración, también Conmigo, muy unida a Mí, tu Madre.
F. Ya no sé para donde voy.
M. Sólo debes Amar. Amar.
No
tengas miedo hijita porque Yo te amo. Yo amo a todos. Si todos me
conocieran...cuán pronto se salvaría el mundo... Yo soy la Madre de
todos.
Yo repito y repito Mis mensajes de Amor al mundo entero pero muchos aún me rechazan.
Yo los amo, hijitos míos. Deseo la conversión de todos. Deseo que abandonen el pecado y amen a Dios.
F. ¿Querés algo más, Madre?
M. Sí, que me ames.
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