
Estoy triste porque pienso que todo es ilusorio. ¿Dónde está la realidad y dónde la fantasía? Mi Madre pareciera que no existe. Y no quiero escucharla.
J. ¿Necesitás saber el porqué de las cosas? Todo llega a su hora, créeme. Reza y abandónate. "Hijas de Jerusalén, les ruego que no despierten ni molesten al Amor, hasta que ella quiera".
F. ¿Quién es el Amor?
J. Yo soy el AMOR.
F. ¿Me estás tomando el pelo?
J. Todo llega a su tiempo. La Obra es del AMOR, no tuya. Te mantengo así para que crezcas en humildad.
F. Vos sí que sabés humillar...
J. Por tu bien.
F. ¿Por qué me pasa todo esto? ¿Adónde me querés llevar?
J. Adonde no te imaginás. Actúo como me parece.
Hoy todavía no honraste a Mi Madre.
F. Estoy enojada con ella.
J. ¿No estás más bien enojada contigo misma? ¿Por qué dudas? Acaso ella no te conduce de la mano?
F. Si, pero yo no confío.
J. Con o sin confianza, nada detiene Su obra de AMOR. Y Su Casa la va a tener a pesar tuyo. No me gusta el excesivo respeto humano.
F. Tengo miedo de no agradarte.
J. Cuanto más imperfecto el instrumento, mejor. La Gloria es sólo para Mí y Mi Padre. Haz tu vida como cualquiera; respeto tu libertad.
F. (Pienso en los dones que Dios me regaló. Y no sé cuáles son. Pido auxilio al Espíritu Santo.)
Personalmente siento como si me hubieran desterrado. Vacía, como en tierra desconocida. Como un gran desierto en mi vida, donde todo es árido. Jesús me dice: "¿Quién es ésta que sube del desierto apoyada en su amado?" (Cant. 8,5)
Verdaderamente debo apoyarme en Él y confiar. Me acuesto, es tarde.
M. Muy poco te acordaste de Mi hoy. Te llamé varias veces y NO quisiste escucharme. Esperé todo el día este momento, sólo para estar juntas.
F. Yo ya no quiero escucharte porque me hacés ridícula.
M. Más confianza en la Madre. ¿No querés contarme las cosas que te pasaron en el día?
F. No quiero contarte nada. Además, ¿a quien le interesa? ¿A un fantasma? Yo no tengo Madre.
J. Para Mi actúas, escribes, hablas y rezas. Ya no eres tú la que vives sino Yo quien vivo en ti.
F. ¿Par qué querés que escriba? Si ni siquiera yo misma vuelvo a leer lo que escribo.
J. Para que lea X, él sabrá que hacer.
F. Estos diálogos me parecen un bochorno. No lo voy a molestar con estas pavadas.
J. Hijita, ¿ves lo que Mi Misericordia hace por vos? ¿Comprendés lo que Ella tiene que hacer con una "nada"como vos?
Debes ser sincera en tus escritos. Lo más fielmente posible.
F. Me da verguenza escribir todo esto.
J. Toda tu miseria no es más que consecuencia del pecado original. Tu vida es un modelo ejemplar de lo que Mi Amor Misericordioso hace a cada instante. También lo hago con muchos de tus hermanos. Te doy Vida cada segundo de tu existencia. ¿Comprendés cómo el pecado de la soberbia ya no tiene límites? No tengas miedo de descubrir al mundo tu miseria. El sacrificio de la cruz es perenne y Mi sangre baña al mundo en un eterno presente. ¿Comprendés el Amor de Mi Corazón al mundo?
F. Creo que de tan grande que es no me entra en la cabeza. Entonces, ¿para qué nos creaste?
J. Para gozar de la Gloria de Mi Padre en el Cielo.
F. ¿Que culpa tenemos nosotros del pecado de Adán y Eva? ¿Por qué tenemos que pagar el pato nosotros?
J. Es la razón de Mi existencia y de Mi venida al mundo. Vuestra naturaleza humana está en presencia del Padre, en el Hijo. ¿Por qué el temor entonces? El Hijo quiso venir al mundo cuando éste ya no podía volver a Dios.
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