martes, 28 de junio de 2011

No escondáis Mis Mensajes



DIA: 01-07-94.-

M. Hija mía, bendigo esta casa de una manera especial. Será fuente de sanación.Aquel hijo mío que entre aquí, será bendecido por Mí. Es Mi Casa y Yo vivo entre ustedes. No os preocupéis ya más POR NADA; sois míos, son Mis niñitos, Mis farolitos.

Hija mía: Mi Rosario en esta tierra debe ser azulceleste que significa: Mi Manto Inmaculado con el cual estáis cubiertos y protegidos de una manera especial. También digo a Mis pequeños hijitos. No temáis NADA, estáis viviendo en el Paraíso de Mi Corazón Inmaculado, y aún me manifestaré más. Bendigo esta tierra, bendigo a cada hijo mío, porque los Amo.

Amén, Amén.

Ya no escondáis Mis Mensajes, dejad de lado el respeto humano, deseo llegar a TODOS Mis hijos. No os miréis tanto, más bien mirad a la Madre.

Y Yo, Reina y Señora de todo lo creado digo:

Deseo salvar a todos Mis hijos, hasta al más pecador. Hijos míos, ayudadme. Dadme vuestro tiempo. Debeís estar a disposición mía para llevar a cabo Mis designios. El tiempo apremia y la justicia está por derramarse. Pero también Mi Corazón vendrá a contrarrestar a fuerza de puro AMOR.

Hija mía: predica Mi Mensaje. Qué importa el que dirán. Estás trabajando para TU MADRE.

F. Pero Mami, no sé cómo hacer.

M. Pedid permiso a vuestro Obispo para publicar Mis Mensajes. Ya no es tiempo de discusiones, sólo tiempo de oración. Este trabajo os lo encomiendo a tí, a X y a Y. Serán Mis farolitos que alumbrarán a muchos hijos míos. Conoceréis la felicidad de trabajar para vuestra Madre Celestial.

Hijos míos, también pido vuestra prudencia, vuestro silencio, vuestra humildad.

Este pequeño cenáculo lo he formado Yo, no os separéis, puesto que serán Mis instrumentos.

Esta es Mi Casa, os lo repito, aquí vivo y desde aquí me manifestaré. No temáis las insidias del Maligno, su tiempo se acaba. Uníos y fortaleceos siempre en la Oración, donde me reúno verdaderamente con vosotros.

¡Trabajad, trabajad para vuestra Madre, y conoceréis una felicidad jamás hallada en este mundo!

Hija mía: no calléis más, ya te he mostrado dónde será levantado Mi Templo.

A vosotros tres pido: ayuno y mortificación. Olvidad toda vanidad. Mi belleza se manifestará en vosotros. Irradiaréis MI LUZ.

¡Me veréis, hija, me veréis! Cuando os asalte la duda, orad más aún. Yo os fortaleceré.

F. Madrecita, no entiendo nada lo que me está pasando.

M. Pues así lo quiero, de esa manera serás dócil instrumento en Mis manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario