
DIA: 18-06-94.-
(Estoy leyendo Juan 2, 1-12 y me puse contenta de leer: "... Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea y la Madre de Jesús era de la fiesta...").
F. Mami, cómo me hubiese gustado estar allí, con Vos, en la fiesta. Madre, cuántas veces respondo a algún pedido tuyo: "No Mami, yo ahora estoy en otra. Todavía no es el momento"... Gracias Madre por tenerme tanta paciencia.
Extraño nuestra intimidad, pero ahora estoy muy cansada y no puedo alcanzarte, aunque sé que siempre sabes encontrarme. Estos momentitos que paso con Vos, me dan nueva vida.
M. Oh, hijita, si estuvieras más atenta a Mi Voz, sí que podría decirte cosas más hermosas. ¿Quieres ser más dócil a Mi voz y a Mis inspiraciones?
Si supieras los tesoros que encierra Mi Corazón para ti... Pero eres tan pequeña y rebelde que tengo que rescatarte siempre.
F. Gracias Madre por hablarme a través de la canción que estoy escuchando. Gracias Madre por gritarme "¡Te Quiero!".
Cada vez te conozco más y cada vez siento más el vacío que tengo en el corazón. Amor de Madre que siento me hace falta. Mi mamá nunca fue mi amiga ni mi confidente. Por eso espero me comprendas lo que me cuesta aceptarte. Es como si me hubieran enchufado una madre "de arriba". Bien sabés que tuve que arreglármelas sola durante mucho tiempo y aparecés Vos a decirme que sos mi Madre. Algunas veces ni siquiera lo creo. Perdoname. Ahora mismo escucho una canción: "No me puedo escapar de tí, y lo intento, pues te llevo tan dentro como el mar al viento, no me puedo escapar de tí, no puedo, pues te llevo en mis labios de sol a sol".
Esta poesía expresa lo que siento. En verdad Madre, que no puedo escapar de Tí, siempre me encuentras.
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