DIA: 28-08-94.-
M. Hija de Mi Inmaculado Corazón, escucha bien Mis palabras. Guarda silencio y agradarás a tu Madre.
F. Pero me cuesta estar muda.
M. No poder callar significa falta de confianza en tu Madre Celestial. Mira Mi Corazón hijita, estoy tan felíz...
¡Veo a Mis hijos alabando al Padre y siento tanto gozo!
Mi alabanza es la vuestra. No abandonéis a vuestra Madre. Seguid prendidos de Mi Mano, y sentid Mi segura protección. No temáis por nada, hijitos.
F. Perdoname Madre por no honrarte como te merecés, es que soy tan débil.
M. Sabes muy bien que Yo te conduzco y donde estoy Yo estás tú, donde estás tú, allí estoy Yo. Somos un solo Corazón.
Quédate siempre en tu Madre con la oración y el silencio.
Vamos a orar hijita:
"Gracias Jesús, Hijo del Altísimo, por entregarme a tus amados hijos. Los amo a todos con amor de Madre. Gracias Dios Padre Todopoderoso por tu obra creadora y providente. Gracias Espíritu Santo por fecundar Mi ser. Porque no serás defraudado en esta Obra. Tu sierva quiere desposar a tus hijos Contigo, en una unión de verdadero Amor. Alabo a la Santísima Trinidad en este día porque Su Amor es infinito, porque Sus hijos, de la mano de la Madre, están respondiendo con generosidad al Señor. Gloria al Altísimo por los siglos de los siglos".
F. Madre, sos Vos la que querés formarme por voluntad del Padre. Hoy, como otras veces, quise recurrir a Dios directamente, pero no hallé la paz hasta que me refugié en Tu Inmaculado Corazón. Allí sí encuentro verdadera paz.
M. Quédate tranquila hijita, estoy contigo. No tienes mucho más que aprender, pero sí mucho más que amar. ¿Sabes lo que el verdadero Amor puede lograr?
Hijita, sufres por tus defectos e imperfecciones; y un poquito de soberbia en tu corazón. Soy tu Madre y te amo así como eres. Acéptate como Yo te acepto. Recuerda que es Mi Obra en tí. No te turbes y conserva la paz en tu corazón. Has pedido humildad y estoy enseñándote cada día un poquito, un pasito.
Eres una niña, ven a Mi Corazón y descansa. Deja a un lado tus preocupaciones.Yo me ocupo enteramente de tí, de toda tu vida.
F. Madre, en verdad estás transformando mi vida. Hay cosas del pasado que ya no me afectan. Hay situaciones que ya no me preocupan, porque he dejado todo en tus manos. Gracias Madre por liberarme.
Mami, cuando voy a orar por un enfermo, ¿qué debo decir?
M. Debes hacer silencio, hablar con el corazón lo que el Espíritu Santo inspire en ese momento. El Amor hablará por ti.
F. Madre, háblame de la verdadera libertad de los Hijos de Dios.
M. Hija, la verdadera libertad de los Hijos de Dios, está en el Hijo de Dios. Míralo y síguelo. Así serás libre.
J. Hija, ninguna ley humana debe atentar contra la dignidad de la persona, que es Hija de Dios.
El que es Hijo de Dios, debe comprender este llamado y defender su dignidad, de ahí que el hombre no debe estar esclavizado por nada.
F. Pero me cuesta estar muda.
M. No poder callar significa falta de confianza en tu Madre Celestial. Mira Mi Corazón hijita, estoy tan felíz...
¡Veo a Mis hijos alabando al Padre y siento tanto gozo!
Mi alabanza es la vuestra. No abandonéis a vuestra Madre. Seguid prendidos de Mi Mano, y sentid Mi segura protección. No temáis por nada, hijitos.
F. Perdoname Madre por no honrarte como te merecés, es que soy tan débil.
M. Sabes muy bien que Yo te conduzco y donde estoy Yo estás tú, donde estás tú, allí estoy Yo. Somos un solo Corazón.
Quédate siempre en tu Madre con la oración y el silencio.
Vamos a orar hijita:
"Gracias Jesús, Hijo del Altísimo, por entregarme a tus amados hijos. Los amo a todos con amor de Madre. Gracias Dios Padre Todopoderoso por tu obra creadora y providente. Gracias Espíritu Santo por fecundar Mi ser. Porque no serás defraudado en esta Obra. Tu sierva quiere desposar a tus hijos Contigo, en una unión de verdadero Amor. Alabo a la Santísima Trinidad en este día porque Su Amor es infinito, porque Sus hijos, de la mano de la Madre, están respondiendo con generosidad al Señor. Gloria al Altísimo por los siglos de los siglos".
F. Madre, sos Vos la que querés formarme por voluntad del Padre. Hoy, como otras veces, quise recurrir a Dios directamente, pero no hallé la paz hasta que me refugié en Tu Inmaculado Corazón. Allí sí encuentro verdadera paz.
M. Quédate tranquila hijita, estoy contigo. No tienes mucho más que aprender, pero sí mucho más que amar. ¿Sabes lo que el verdadero Amor puede lograr?
Hijita, sufres por tus defectos e imperfecciones; y un poquito de soberbia en tu corazón. Soy tu Madre y te amo así como eres. Acéptate como Yo te acepto. Recuerda que es Mi Obra en tí. No te turbes y conserva la paz en tu corazón. Has pedido humildad y estoy enseñándote cada día un poquito, un pasito.
Eres una niña, ven a Mi Corazón y descansa. Deja a un lado tus preocupaciones.Yo me ocupo enteramente de tí, de toda tu vida.
F. Madre, en verdad estás transformando mi vida. Hay cosas del pasado que ya no me afectan. Hay situaciones que ya no me preocupan, porque he dejado todo en tus manos. Gracias Madre por liberarme.
Mami, cuando voy a orar por un enfermo, ¿qué debo decir?
M. Debes hacer silencio, hablar con el corazón lo que el Espíritu Santo inspire en ese momento. El Amor hablará por ti.
F. Madre, háblame de la verdadera libertad de los Hijos de Dios.
M. Hija, la verdadera libertad de los Hijos de Dios, está en el Hijo de Dios. Míralo y síguelo. Así serás libre.
J. Hija, ninguna ley humana debe atentar contra la dignidad de la persona, que es Hija de Dios.
El que es Hijo de Dios, debe comprender este llamado y defender su dignidad, de ahí que el hombre no debe estar esclavizado por nada.
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