lunes, 19 de septiembre de 2011

Deja las obras grandes para los grandes













DIA: (21-09-94)

M. Estamos reunidos en el Templo para adorar y alabar a Dios, y cuánto faltan al respeto dentro del Templo. El desorden exterior refleja el desorden interior. Ya no tienen conciencia de la presencia viva de Mi Hijo Jesucristo en el sagrario. Tanta agitación, es reflejo de la falta de Dios en vuestros corazones. Él es la Paz. No reflejan otra cosa que charlatanería y desorden. Volved a la oración sincera y de corazón, y hallaréis la verdadera Paz.

Hija querida, he elegido para ti una vida simple y sencilla como fué la mía pero cargada de mucho Amor. No te turbes pensando ¿qué será de mí? Acéptame en tu vida cotidiana, en lo simple y sencillo. Así verás cosas maravillosas. Aquí me ves, majestuosa y vestida como una reina, pero sigo siendo la misma mujer sencilla de Nazaret... Así te quiero, igual que tu Madre. Deja las obras grandes para los grandes. Tú eres una niña y siempre lo serás.

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