
DIA: 28-10-94.-
F. Hoy desde que me desperté siento muy fuerte la presencia de mi Madre. Entonces agarro mi diario y comienzo a escribir. Ella me dice:
M. ¿Por qué temes al futuro? Esa angustia de tu corazón no procede de Mí, ni la quiero. Te he dado una herramienta: el Santo Rosario; con él conseguirás todas las gracias que necesites. Debes ser discípula del Santo Rosario y amárrate fuerte a él. En verdad te digo hijita: úsalo y verás Mis maravillas. Todavía no has comprobado el poder que tiene sobre Mi Corazón. Todavía no me saludaste con la oración que me gusta...
F. Te voy a regalar mi primer misterio del Rosario.
M. Si dejas que Yo me ocupe de tus cosas, va a ser mejor. La niñez debe ser tu estado natural. La Mamá cuida de Su hija pequeña. Así honrarás Mi Corazón. Debes dejar que cumpla Mi deber de Madre, porque esa fué y es la Voluntad de Dios.
J. Me gusta adornarte con Mis virtudes, también embellecerte para nuestro desposorio final.
F. Pero estoy llena de imperfecciones y Tu Amor es tan grande...
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