
DIA: 06-11-94.- 15,30 hs.
F. Jesús, por qué me amás tanto, quién puede resistir vivir así. Hasta cuándo. Me cuesta mucho vivir en este mundo después de haber recibido tanto amor. Soy tan débil... Yo sé que Vos querés que me deje amar, pero ya mi capacidad no resiste. No sé cómo estoy viva todavía.
J. Hijita, tengo tanto amor para dar, ¿y quién quiere recibirlo?, ¿quién está dispuesto? Deja derramar Mi Amor sobre ti, que estoy ahogándome en él.
F. Es que ni siquiera soy buena, ¿por qué a mí?
J. Eres tan poca cosa que si tuvieras capacidad para hacer obras buenas, ya las estarías haciendo y no estarías ahora Conmigo. Necesito que me ames. Sé perfectamente lo que tú eres. ¿Crees que no podría transformarte milagrosamente en una persona virtuosa y destacada? Pero entonces te alabarían a tí y no a Mí. Y esta es una obra de "MI LOCO AMOR POR LA HUMANIDAD", ¿comprendes?
Has perdido muchos instantes de estar Conmigo. Pero ahora mismo lo quemo todo en el horno ardiente de Mi Divina Misericordia.
F. ¡Qué cruz tan pesada la de no poder amarte más! Es nuestra pobre humanidad, sin embargo mi Jesús ha querido hacerse uno de nosotros.
J. Deja de pensar tanto en tus cosas que Yo me ocupo. Escribe más bien Mis palabras de Amor. Nunca serán suficientes para expresarlo. Si tú me amas, otros me amarán y te amarán.
Ya no ocultes Mi mensaje de Amor. Estoy ansioso por llegar a Mis hijos. ¿Sabes hijita lo que más me alegra?, el corazón arrepentido. ¿Sabes lo que más me entristece?, el corazón orgulloso, porque no puedo entrar en él. ¡Cómo esperé el arrepentimiento de Mi amigo Pedro, y cómo esperé ansioso el momento de perdonarlo y sanar su corazón herido! Estaba más felíz Yo de perdonarlo que él de recibir el perdón. Así con cada hijo mío. Un solo grado pequeño de contrición y ya corro al abrazo. Porque sólo eso me basta.
¡Oh, si todos Mis hijos por quienes he dado la vida me conocieran!
En la Santa Misa:
F. Jesús, ¿qué querés?, no me dejás en paz. Estoy nerviosa.
J. Mira las flores del altar, son rojas y blancas. Significan la sangre y el agua que brotaron de lo más profundo de Mi Corazón. Son para tí, hija querida. Son regalo de Mi Amor y Mi Corazón.
No temas lo que dirán los otros, tranquilízate, estás en Mis manos.
F. Jesús, no me gusta hacer esto, hablarán de mi.
J. También a Mí me humillaron hijita. Ahora vos y Yo unicamente.
F. Gracias Jesús por regalarme hoy en la Misa las flores del altar. Eran hermosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario