DIA: 30-03-95.-
M. Hoy, hija querida, quiero que veas dentro de Mi Corazón el dolor que hay por tantos hijos que me tienen olvidada y despreciada, y otros tantos que ni me conocen.
¿Cómo podré salvarlos si ustedes no me ayudan? Comprendan hijitos que los padecimientos de esta hora purificadora irán aumentando y cuántos de Mis hijos en la desesperación tomarán el camino de la perdición eterna.
Ustedes Mis consagrados deben llevar la Luz donde hay tinieblas. No teman pues Mis Ángeles los protegerán. En este día les dejo Mi bendición maternal y la Paz de Mi Corazón Inmaculado.

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