jueves, 4 de junio de 2015

El bebé no puede nada solito


DIA: 29-10-95.- 
 F. Jesús, a mi no me preocupan los demás (en el buen sentido).
J. Haces bien. He aquí lo que sustenta a una pequeñísima. Dejarse amar por Mí y dar lo que ella en su extrema pobreza puede dar.
El bebé espera todo de su mamá porque es indefenso y totalmente dependiente.
He aquí que la mamá lo cuida, lo arregla, lo mima más que a los mayores, pues es su alegría y con él puede hacer lo que quiere. El bebé no tiene ningún mérito pues no puede nada solito.
Por eso su mamá se deleita en él y le hace muchos regalos.
Hijita de Mi Corazón, sé siempre pequeñísima aún para que Mi Amor te penetre en límites que no imaginas.
Esos temores, ¿a qué vienen?
F. Jesús, ya te conozco, y cuando me das tanto amor creo que me voy a morir.
J. Yo te preparo.
F. Toda mi vida va a ser así, una continua espera. Como el bebé que lo sientan en su sillita alta y espera que le den la comida porque él no puede alcanzarla. Ni siquiera busca la comida porque es tan débil, solamente chilla cuando tiene hambre.
Jesús, cuánto me cuesta comprender mi condición de debilidad. Pero te gusta que sea así y así seguiré.
J. ¡Pequeñísima, pequeñísima, cuánto te amo!
El alma pequeñísima es como un bebé; que no sabe de protocolos, ni de guerras, ni de razonamientos complicados.
El bebé espera todo de su Mamá. La mira, le sonríe, le hace pucheros y sólo es felíz en sus brazos. Se asusta de cualquier cosa y de todo lo extraño.Él dice "¡Mamá!", "¡Ave María!" y la Mamá corre hacia él para socorrerle.
El alma pequeñísima como el bebé, no sabe de odios ni rencores; para él, el mundo exterior no existe, sólo existe lo que su Mamá le da de afuera para su subsistencia y crecimiento.
¿Ves hijita cómo te he amado al regalarte esta condición?
Has merecido todo, puesto que no puedes nada. Has merecido a Aquella, sin la cual hubieras muerto para siempre, y Ella te ama tanto...
Con qué gusto Mi Madre cuida de las "pequeñísimas". Ella sólo te pide un "¡Mamá! ¡María!", y todo se transforma con Su presencia.
F. Jesús, entonces cuál es el porqué de nuestra existencia. Si nosotras no podemos hacer "nada".
J. Ustedes son la causa de Mi alegría y la de Mi Madre. En ustedes podemos desahogar el Amor de nuestros corazones a nuestro antojo. Un día te hablé del "matirio del amor"...
Se puede nacer "pequeñísima" o se puede pedir la gracia de serlo.
¿Puede Mi Madre ocuparse mejor de lo que es pequeño e indefenso? ¡Claro que sí! Esta es su alegría de Mamá.
(Miqueas 5, 1-4) 
  

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