
DIA: 01-06-94.-
M. ¡Si supieran todos Mis hijos que tienen una Madre que los Ama tanto, no se sentirían tan solos en medio de este mundo confuso y ruidoso, que sólo quita la paz a sus corazones!
F. Siento que la Madre quisiera dar a conocer Su Amor a toda la humanidad. Ella, en VERDAD, está triste porque no todos Sus hijos volverán. Siento el dolor del Corazón de mi Madrecita hermosa. Quisiera ayudarla. Pero soy tan poca cosa...
M. ¡Hijos míos, vengan a Mí, los Amo!
F. La Mamacita llora angustiada. No va a ser felíz hasta recuperar a todos Sus hijitos.
M. Hijitos, tengo la Ternura Infinita de Madre y quiero ofrecerla. Mis hijos me rechazan. Ya no distinguen la Voz del Amor que llama, que suplica. Para su felicidad, La Madre quiere el bien de Sus hijos. Tengo tanto Amor para dar... Es el Amor de Dios en Mi Corazón hecho "Maternidad Divina". El mundo está enfermo por falta de Amor. Soy VUESTRA MADRE, ¿todavía no lo comprenden?
F. La voz de mi Mamita es angustiosa y suplicante.
M. ¡Cuántos jóvenes solos! ¡Cuántas madres solteras! ¡Cuántos ancianos sin el amor de sus familiares! Si supieran de Mí. Si supieran que no están solos...
Hijita mía, dame tu tiempo. Te necesito. Escribe Mis palabras. Será consuelo para muchos que ya no tienen esperanza. Aunque estos diálogos te parezcan algo ridículos, es la única y última manera de llegar al corazón de Mis hijitos tan pobres de Amor. Tu Mamita sabe recompensar muy bien.
Mis hijitos, con sus actitudes de indiferencia, de ira y rencor, piden a gritos (en el fondo de su corazón): "¡Amor! ¡Amor!. Es el llanto de Mis hijos que me obliga a dar más Amor.
Como las criaturitas cuando lloran y no saben hablar, así Mis hijos quieren expresar la necesidad de Amor que tienen pero no saben cómo hacerlo. Entonces buscan donde no lo van a encontrar.
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