martes, 9 de agosto de 2011

TOMA MI BARRO Y HAZME DE NUEVO


















Más tarde: DIA 20-08-94.-

F. Madre, no entiendo el ayuno corporal que me pedís: de mate, televisión y música. Para qué lo pedís? No comprendo.

M. Hija, el ayuno corporal lo entenderán si comprenden todo el amor que el Padre les tiene. Él les ama tanto, que los ha hecho a Su Imagen y Semejanza. Comprende pues, que un hijo de Dios no puede estar sometido a ninguna cosa de este mundo. El hombre no debe estar sometido a los alimentos. Más bien, todas las cosas deben estar sometidas a él, por el poder que Dios le ha dado sobre ellas.

Dios quiere al hombre libre de toda esclavitud. El pecado de la gula hoy día, es el más corriente, y el más desapercibido. El placer por lo gustoso esclaviza al hombre y lo encierra en un círculo sin salida.

La gula lleva a la pereza, y ésta produce el relajamiento de las virtudes.

F. Madre, entonces no tengo salida, porque nunca puedo cumplir con el ayuno...Me gusta comer.

M. No te preocupes hija, el Padre demostrará Su potestad sobre los alimentos.

F. Pero no me castigues.

M. Cree hija en verdad, que todos estos ratos que pasas Conmigo, están llenos de gracia. Valoro mucho el tiempo que me dás. Te estaré siempre agradecida, hijita mía chiquitita.

¿Crees que hacerte de nuevo me resulta fácil? Eres muy rebelde, por eso Mi Obra en ti, será más palpable. Como el diamante que se va puliendo para que brille más.

Por ayunar no te preocupes, vive en la paz que Mi Corazón te da. Como eres muy pequeña, tengo que enseñarte todo y con mucha paciencia.

Sin apuros, hijita chiquitita. Sin apuros.

¡Confía más en tu director espiritual! Obedece todo lo que te pida. No pierdas la paz.

Paz, paz, paz a Mis hijos consagrados.


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