
DIA: 30-10-94.- (Más tarde)
F. Madre, sabés que pienso en X, y rezo por él.
M. Eres la única que se acuerda de rezar por él. Sabes que la oración consigue cualquier gracia. Él es Mi hijo también.
Hijita, tu Fe conmueve Mis entrañas.
F. Madre, juntas con él para siempre.
M. Deja que Yo te embellezca para él. Sigue Mis consejos. Un esfuerzo más. Mucha oración y sacrificio, pero valdrá la pena. Quédate Conmigo en todo momento, te diré qué hacer.
F. Madre, no sé lo que me pasa, quiero hacer muchas cosas, ir al club, trabajar, no puedo quedarme quieta, pero sé que no me hace bien porque muchas veces pierdo la paz. Si me quedo en casa, me aburro. No sé qué está bien de todo esto.
M. Fíjate muy bien la intención con que realizas todas esas actividades. ¿De dónde provienen sino del corazón, y a qué te llevan? A un activismo desmedido. ¿Y qué resulta de él? Sin embargo, quedándote en Mi Inmaculado Corazón todo será caldeado en Mi Amor de Madre, entonces tus movimientos serán los que te llevarán a realizar siempre la voluntad de Dios.
F. Siento mucha paz acá, en mi casa. Tu presencia es cada vez más viva. Pero no sé por qué algunas veces quiero salir rajando.
M. Haces muchas cosas para agradar al mundo, para no ser menos que otros. Sólo déjate llevar de Mi mano y que los hechos hablen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario