DIA: 24-02-95.-(Más tarde)
J. Las cosas que te suceden hijita, en tu vida cotidiana, tienen un gran significado.
Tus hermanos deben conocer tu testimonio y alabar Mi gran
Misericordia para con la pobre naturaleza humana. De otra manera, ¿Qué
sentido hubiese tenido Mi Gran Sacrificio?
En cada
acontecimiento de tu vida, por pequeño que parezca, allí estoy Yo
salvando, sanando heridas, amando. Estoy vivo y comprendo tan bien
vuestra naturaleza... la que Yo asumí con infinito amor.
¿Ves hijita, qué puedes sacar de Mí sino Amor y sólo Amor?
El amor no se acaba. Yo soy el Amor. Descúbreme y tus hermanos me descubrirán.
Los
de afuera ya no pueden dañarte. Sólo queda derrotar a los enemigos que
tienes dentro tuyo. No tengas miedo. En verdad te digo: muchos hermanos
están esperando el mensaje de Amor.
No te compares con otros servidores míos, actúo con cada cual como me parece.
Sólo
deja que Yo viva en tí y obre a través de tí. No tienes mérito. Sólo
dijiste "si" a Mi llamado, y es suficiente para la época en que la
humanidad vive. Todos los ambientes están corrompidos, por lo tanto hay
que llegar a todos ellos. No se debe rechazar a nadie, es tiempo de
misericordia. La justicia vendrá después.
No subestimes Mi poder sobre las cosas y los acontecimientos. Debes tener esperanza aunque las nubes cubran el sol.
A
Mis ojos "crecimiento" no significa hacer cosas cada vez más grandes,
como si el hombre quisiera desafiarme, sino al contrario, "anonadarse"
hasta perderse para que la nada refleje al Todo.
Hija,
tú que has recibido gracias especiales de Mi Corazón Misericordioso,
debes hacerte la última, debes perderte y no pretender gloria en este
mundo. Recibe con agradecimiento el amor de tus hermanos, porque ellos
me aman al amarte a tí.
Ese
hermano tuyo al que tú echas de menos, necesita Mi Amor, el que Yo
deposito en tí hasta que él me encuentre cara a cara. ¿Quieres regar su
semilla para que Yo recoja los frutos? Dime sí, hijita. Yo mismo seré tu
recompensa.

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