DIA: 29-05-95.-
M. Hija querida, como buena Madre desearía poder entrar en
todos los corazones. Hay muchos corazones que están endurecidos como
piedras. Son éstos los que más necesitan de la Gracia salvadora y
santificante.
F. Y nosotros, ¿qué podemos hacer?
M. Ustedes, hijos elegidos y consagrados a Mí, deben
mantenerse en el camino del Señor, con mucha oración y muy unidos en el
Amor y la confianza hacia vuestra Madre, que os protege y nunca abandona
a Sus hijos. Sean ustedes, hijos de la Luz, verdaderos iluminadores.
Que vuestra luz ilumine TODO a vuestro alrededor, para que vuestros
hermanos puedan ser atraídos al Señor. Que vuestra Luz, la Luz de Mi
Hijo Jesús, disipe las tinieblas del mundo. Esta Madre necesita de
ustedes. Sean Mis farolitos y no teman. Les doy un arma muy poderosa,
destructora: EL SANTO ROSARIO.
Cuando se reúnen para rezarlo, Yo misma bajo del cielo para orar con Mis hijos. ¿No se goza una Madre de poder estar con Sus hijitos? ¡Cuánto más si es para orar!
F. Mamá, muchas veces me siento tan impotente...M. Tu impotencia es MI FUERZA. Juntas podemos mucho.
Hijita, sólo debes estar atenta a Mis órdenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario